Justificación

La reflexión contemporánea sobre la relación entre la educación y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), conlleva al análisis de muchas variables relacionadas con el procesamiento y el manejo de la información, la construcción del conocimiento, las transformaciones pedagógicas, didácticas y curriculares en todos los niveles educativos, el estudio de las disciplinas y saberes específicos, el papel del docente en espacios formativos que disponen de una infraestructura tecnológica, las características, necesidades y demandas de los estudiantes en cuanto a su proceso de aprendizaje, las políticas educativas regionales, nacionales e internacionales, la producción de recursos educativos digitales, entre otras. La mayoría de estas variables se traducen en retos generales que competen directa e indirectamente a la educación en todas sus instancias (universitaria, básica, media etc) y al maestro.

Gros y Silva (2005), plantean que las generaciones jóvenes presentan características como:

  • a). Los estudiantes superan a los profesores en el dominio de TIC, son capaces de acceder de forma más fácil a datos y a información que circula en la red.
  • b). Viven en una cultura de la interacción, sus formas de comunicación se basan en la interactividad a través de un medio instantáneo como lo es la Internet. “Los profesores que se están formando, se van a encontrar con alumnos que pertenecen a una nueva generación digital, en la cual la información y el aprendizaje no están relegados a los muros de la escuela, no son ofrecidos por el profesor de forma exclusiva” (Silva, Gros-Salvat, Garrido, y Rodríguez, 2006, p. 2).

Estas características evidencian la brecha digital existente entre estudiantes y docentes, en la que se asume que las generaciones infantiles y juveniles tienen dominio de las TIC; lo cual crea imaginarios en la sociedad, y especialmente en los docentes, que amplían las brechas generacionales. Si bien, los estudiantes presentan una mayor familiaridad, e incluso un dominio técnico, es evidente, que estos dominios no se traducen en una utilización de las herramientas tecnológicas con fines educativos y para el desarrollo de procesos o competencias académicas.

En la búsqueda de minimizar la brecha generacional y apostarle a la igualdad en el tema de la alfabetización digital, lo que se busca no es solo que los docentes y estudiantes sean usuarios de las TIC, pues la gran mayoría ya las dominan. El reto para ambos actores es llegar a la construcción de conocimiento, esto exige que los docentes sean competentes para orientar el proceso enseñanza aprendizaje con apoyo de las TIC. La incorporación de las TIC de forma habitual en los procesos de enseñanza y aprendizaje es una tarea compleja, que se ve recompensada con las posibilidades que se ofrecen en la transformación de la acción educativa, no sólo porque pueden contribuir a que los estudiantes aprendan más y mejor, sino porque se incorpora a las aulas de clase la cultura digital, lo que minimiza las distancias entre docentes y estudiantes y se logra situar el aprendizaje en el contexto apropiado (Marchesi y Díaz 2009). En este sentido, el análisis pedagógico y didáctico acerca de los recursos que ofrecen las TIC es importante en tanto, el uso de las mismas tiene que responder a una renovación educativa, evitando convertirlas en herramientas remediadoras de las problemáticas que subyacen en la escuela.

Última modificación: miércoles, 26 de octubre de 2016, 14:20